KO-TARRO
Madera de pino reciclada de palets abandonados, cuerdas, mallas metálicas, focos de coche recogidos del desguace, duelas de barricas rotas.... Cualquier cosa vale para convertir un frío establecimiento de hostelería en un universo gastronómico. Latas de tomate que colgadas del techo con un corcho a modo de tapa hilos, albergan una lámpara proyectora. Frascos de conserva que salen de la pared equipando un minúsculo módulo de led que ilumina cubiertos, chapas de botellines, legumbres o cualquier otra cosa que al equipo del local le parezca introducir en cada momento. Servilleteros cerveceros que tras su modificación, iluminan la fachada invitando a ver más. Cualquier elemento y la imaginación de Carlos su propietario, sirven para crear la iluminación del espacio. Eso si. Las viandas son sagradas. Expositores modulares refrigerados en su base, perfectamente iluminados con una cuidada reproducción cromática, muestran las delic...